Mediante la enseñanza, se pretende desarrollar, unificar y enriquecer la personalidad de los alumnos gracias a una acción atenta a cada persona, abierta al mundo y a los problemas humanos y en referencia a los valores del Evangelio.
El estilo propio del centro está caracterizado por los siguientes rasgos:
– Transmisión del conocimiento del amor misericordioso de Cristo, muerto y resucitado por nosotros que nos muestra el valor redentor de la Cruz.
– Conocimiento de María y el lugar que ocupa en la Historia de la Salvación.
– Capacidad de perdón y amistad.
– Alegría y sencillez en un clima de fraternidad.
– Una atención preferente por los más necesitados y de solidaridad con los que sufren.
– Responsabilidad en el trabajo, con todo lo que supone de entrega personal, gratuidad y servicio.
– Conciencia y compromiso en la construcción de un mundo más humano y fraterno en consonancia con la carta encíclica “Laudato sí” del Papa Francisco, sobre el cuidado de la casa común.